lunes, 1 de marzo de 2010

La carta de Ruth


Ruth fue a su buzón de correo y solo había una carta. Ella la tomó y la miró antes de abrirla, y noto que no tenía nombre y dirección.Ella leyó Querida Ruth: "Voy a estar en tu barrio el sábado en la tarde y quisiera verte. Te quiere siempre, Jesús" Sus manos temblaban mientras colocaba la carta en la mesa. Porque Dios querrá visitarme si no soy nadie especial? También recordó que no tenia nada que ofrecerle, pensando en eso, ella recordó su alacena vacía. "Oh, no tengo nada que ofrecerle. Tengo que ir al supermercado y comprar algo para la cena" Ella tomo su cartera que contenía $5.00 "Bueno, puedo comprar pan y embutidos por lo menos" Se puso el abrigo y corrió a la puerta. Compro un molde de pan francés, media libra de jamón de pavo y un cartón de leche lo que le dejo con tan solo doce centavos hasta el lunes. Se sentía bien a medida que se acercaba a su casa con su humilde compra bajo el brazo. "Señorita, por favor, puede ayudarnos?" Ruth había estado tan sumergida en sus planes para la cena que no había notado dos figuras acurrucadas en la acera. Un hombre y una mujer, ambos vestidos de andrajos . "Mire señorita, no tengo trabajo y mi esposa y yo hemos estado viviendo en las calles, nos estamos congelando y tenemos mucha hambre y si usted nos pudiera ayudar se lo agradeceríamos mucho". Ruth los miro. Ellos estaban sucios y mal olientes y penso que si ellos en verdad quisieran trabajar ya habrían conseguido algo. "Señor, me gustaría ayudarlos, pero soy pobre también. Todo lo que tengo es un poco de pan y jamón, y tendré un invitado especial a cenar esta noche y pensaba darle esto de comer." "Esta bien, comprendo. Gracias de todas maneras. El hombre puso su brazo sobre los hombros de la mujer y se fueron rumbo al callejón. Ella los miraba alejarse y sintió mucho dolor en su corazón". "Señor espere". La pareja se detuvo, mientras ellas corría hasta ellos. "Por que no toman esta comida, puedo servirle otra cosa a mi invitado" dijo ella mientras le entregada la bolsa del supermercado "Gracias. Muchas gracias señorita "Si, Gracias" Le dijo la mujer y Ruth pudo ver que estaba temblando de frío. "Sabe, tengo otro abrigo en casa, tome este", le dijo mientras se lo ponía sobre los hombros. Ella regreso a casa sonriendo y sin su abrigo ni comida que ofrecer a su invitado. Se estaba desanimando a medida que se acercaba a la puerta de su casa, pensando que no tenia nada que ofrecer al Señor. Cuando metió la llave en la cerradura notó otro sobre en su buzón. "Que raro. Usualmente, el cartero no viene dos veces el mismo día". Ella tomo el sobre y lo abrió: Querida Ruth: Fue muy agradable verte de nuevo. Gracias por la comida y gracias también por el hermoso abrigo. Te quiere siempre, Jesús.
Yo se que a veces es difícil encontrar a Dios en las pequeñas cosas que nos rodean, incluso en las personas que a veces nos son desagradables, pero es precisamente ALLI donde EL quiere que le encontremos: en cada pequeña y hermosa cosa que esta hecha para nosotros!!!!

Historia para meditar


Esta es la historia de un muchachito que tenia muy mal carácter. Su padrele dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia,debería clavar un clavo detrás de la puerta.El primer día, el muchacho clavo 37 clavos detrás de la puerta. Las semanasque siguieron, a medida que el aprendía a controlar su genio, clavaba cadavez menos clavos detrás de la puerta.Descubrió que era mas fácil controlar su genio que clavar clavos detrás dela puerta. Llego el día en que pudo controlar su carácterdurante todo el día. Después de informar a su padre, Este le sugirió queretirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los díaspasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban masclavos para retirar de la puerta. Su padre lo tomo de la mano y lo llevohasta la puerta. Le dijo: "has trabajado duro, hijo mío, pero mira todosesos hoyos en la puerta. Nunca mas será la misma. Cada vez que tu pierdes lapaciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves." Tu puedesinsultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lodevastara , y la cicatriz perdurara para siempre. Una ofensa verbal es tandañina como una ofensa física.

Las puertas del cielo


Un guerrero, un samurai, fue a ver al Maestro Zen Hakuin y le preguntó: "¿Existe el infierno? ¿Existe el cielo? ¿Donde están las puertas que llevan a ellos ? ¿Por donde puedo entrar?
Era un guerrero sencillo. Los guerreros siempre son sencillos, sin astucia en sus mentes, sin matemáticas. Sólo conocen dos cosas: La vida y la muerte. El no había venido a aprender ninguna doctrina; solo quería saber donde estaban las puertas, para poder evitar el infierno y entrar en el cielo. Hauikin le respondió de una manera que sólo un guerrero podía haber entendido.
¿Quién eres?", le preguntó Hakuin.
"Soy un samurai, le respondió el guerrero, hasta el emperador me respeta".
Hakuin se rió y contestó "¿Un Samurai, tú?. Pareces un mendigo".
El orgullo del samurai se sintió herido y olvidó para que había venido. Sacó su espada y ya estaba a punto de matar a Hakuin cuando éste dijo:
"Esta es la puerta del infierno. Esta espada, esta ira, este ego, te abren la puerta".
Esto es lo que un guerrero puede comprender. Inmediatamente el samurai entendió. Puso de nuevo la espada en su cinto y Hakuin dijo: "Aquí se abren las puertas del cielo.
La mente es el cielo, la mente es el infierno y la mente tiene la capacidad de convertirse en cualquiera de ellos. Pero la gente sigue pensando que existen en alguna parte, fuera de ellos mismos...El cielo y el infierno no están al final de la vida, están aquí y ahora. A cada momento las puertas se abren...en un segundo se puede ir del cielo al infierno, del infierno al cielo.

La cuerda de la vida


Cuentan que un alpinista desesperado por conquistar el Aconcagua, inició su travesía después de años de preparación.
Pero quería la gloria para él solo, por lo tanto subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde. No se preparó para acampar, sino que siguió subiendo decidido a llegar a la cima, hasta que se hizo la oscuridad. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña; ya no podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.
Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, resbaló y se desplomó por los aires... Caía a una velocidad vertiginosa, sólo podía ver veloces manchas más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos los gratos y no tan gratos momentos de su vida. Pensaba que iba a morir; sin embargo, de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo partió en dos...Sí, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura. Después de un momento de quietud, suspendido por los aires, gritó con todas sus fuerzas:
-"¡¡¡Ayúdame Dios mío!!!..."
De repente una voz grave y profunda de los cielos le contestó:
-"¿ QUÉ QUIERES QUE HAGA, HIJO MIO ?"
-"Sálvame, Dios mío "
-"¿REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR?"
-"Por supuesto, Señor "
-"ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE..."
Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó...
Cuenta el equipo de rescate que al día siguiente encontraron colgado a un alpinista muerto, congelado, agarrado fuertemente con las manos a una cuerda...A TAN SOLO DOS METROS DEL SUELO...
¿Y tú ? ¿Qué tan confiado estás de tu cuerda?
¿Por qué no la sueltas?

Confianza


Cuando confías profundamente, esta confianza transforma tu vida, no importa cuales son las circunstancias.
Cuando Milarepa fue a ver a su maestro al Tíbet era tan humilde, tan puro, tan auténtico, que los otros discípulos tuvieron celos de él. Era seguro que él sería el sucesor del Maestro, así que los otros trataron de matarlo.
Milarepa era muy confiado. Un día los otros discípulos dijeron: "Si realmente crees en el Maestro, ¿puedes lanzarte desde este abismo? Si confías, no pasará nada. No te harás daño".
Y Milarepa saltó sin dudarlo un solo segundo. Los discípulos bajaron corriendo...el valle estaba a 3.000 pies de profundidad. Corrieron esperando encontrar los huesos, deshecho, pero él estaba sentado en postura de loto, tremendamente feliz.
Abrió los ojos y dijo: "Tenías razón, la confianza salva. Pensaron que debería haber sido una coincidencia, así que cuando un día salieron de viaje y tuvieron que cruzar el río le dijeron: Tu no necesitas ir en bote. Tienes tanta confianza que puedes caminar sobre las aguas". Y él caminó sobre las aguas.
Esta es la primera vez que el Maestro le vio. "¿Qué estas haciendo? Es imposible, "dijo.
"Estoy haciéndolo gracias a tu poder, Maestro." dijo Milarepa.
El Maestro pensó: "Si mi poder y mi nombre pueden hacer esto por un hombre ignorante y estúpido....yo nunca lo he probado por mí mismo". Lo intentó y se ahogó. Nunca más se volvió a oír hablar de él.
Si confías plenamente, aún un maestro no iluminado puede revolucionar positivamente tu vida. Y lo contrario también es verdad: Un Maestro iluminado puedo no serte de ninguna ayuda. Depende por completo de ti.


El juicio

En una aldea había un anciano muy pobre, pero hasta los reyes envidiaban porque poseía un hermoso caballo blanco
Los reyes le ofrecieron cantidades fabulosas por el caballo pero el hombre decía: "Para mí, él no es un caballo, es una persona. ¿Y cómo se puede vender a una persona, a un amigo?". Era un hombre pobre pero nunca vendió su caballo.
Una mañana descubrió que el caballo ya no estaba en el establo. Todo el pueblo se reunió diciendo: "Viejo estúpido. Sabíamos que algún día le robarían su caballo. Hubiera sido mejor que lo vendieras. ¡Qué desgracia!".
-"No vayáis tan lejos" - dijo el viejo- "Simplemente decid que el caballo no estaba en el establo. Este es el hecho, todo lo demás es vuestro juicio. Si es una desgracia o una suerte, yo no lo sé, porque esto apenas es un fragmento. ¿Quién sabe lo que va a suceder mañana?".
La gente se rió del viejo. Ellos siempre habían sabido que estaba un poco loco. Pero después de 15 días, una noche el caballo regresó. No había sido robado, se había escapado. Y no solo eso sino que trajo consigo una docena de caballos salvajes.
De nuevo se reunió la gente diciendo: "Tenías razón, viejo. No fue una desgracia sino una verdadera suerte."
-"De nuevo estáis yendo demasiado lejos" - dijo el viejo- Decid solo que el caballo ha vuelto... ¿quien sabe si es una suerte o no? Es sólo un fragmento. Estáis leyendo apenas una palabra en una oración. ¿Cómo podéis juzgar el libro entero?".
Esta vez la gente no pudo decir mucho más, pero por dentro sabían que estaba equivocado. Habían llegado doce caballos hermosos.....
El viejo tenía un hijo que comenzó a entrenar a los caballos. Una semana más tarde se cayó de un caballo y se rompió las dos piernas. La gente volvió a reunirse y a juzgar: "De nuevo tuviste razón" – dijeron -. Era una desgracia. Tu único hijo ha perdido el uso de sus piernas y a tu edad el era tu único sostén. Ahora estás más pobre que nunca.
-"Estáis obsesionados con juzgar" - dijo el viejo." No vayáis tan lejos, sólo decid que mi hijo se ha roto las dos piernas. Nadie sabe si es una desgracia o una fortuna. La vida viene en fragmentos y nunca se nos da más que esto.
Sucedió que pocas semanas después el país entró en guerra y todos los jóvenes del pueblo eran llevados por la fuerza al ejército. Sólo se salvó el hijo del viejo porque estaba lisiado. El pueblo entero lloraba y se quejaba porque era una guerra perdida de antemano y sabían que la mayoría de los jóvenes no volverían.
-"Tenías razón viejo era una fortuna. Aunque tullido, tu hijo aún está contigo. Los nuestros se han ido para siempre".
-"Seguís juzgando- dijo el viejo. Nadie sabe. Sólo decid que vuestros hijos han sido obligados a unirse al ejército y que mi hijo no ha sido obligado. Solo Dios sabe si es una desgracia o una suerte que así suceda".
No juzgues o jamas serás uno con el todo. Te quedarás obsesionado con fragmentos, sacarás conclusiones de pequeñas cosas. Una vez que juzgas, has dejado de crecer.

Encendamos la luz del mundo


Imaginemos a millones de hombres, mujeres y niñosfundidos en un mismo y bello espírituQue podamos unirnos...en una meditación universal sincronizadapara elevar la consciencia de toda la humanidadQue podamos afirmar...que deseamos vivir una visión más luminosaque todo lo que está vivo pueda compartirQue podamos visualizar...mil años de paz en la Tierra a partir de este momentoQue podamos abrazar...a todas las personas -- sin importar su raza,religión, no religión, creencias o nacionalidadQue podamos recordar...que en el corazón no hay divisiónsino Unidad en el EspírituQue podamos recordar...que todos somos Hijos de Diosen la Familia HumanaQue la belleza que hay en nuestros corazonesla lucidez de nuestras mentesy la divinidad de nuestros espírituspermitan crear esta nueva VisiónQue el amor y la luz llenen nuestras vidasy cambien nuestro mundoY que desde este Gran Espíritu...podamos unirnospara iluminar el Futuro.

lunes, 18 de enero de 2010

Empuja la vaquita


Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo,cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer unabreve visita al lugar. Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre laimportancia de las visitas, también de conocer personas y las oportunidadesde aprendizaje que tenemos de estas experiencias.Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes, una parejay tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas sincalzado. Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia yle pregunto: "En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos decomercio tampoco, ¿como hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?" Elseñor calmadamente respondió: "amigo mío, nosotros tenemos una vaquita quenos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto lavendemos o lo cambiamos por otros alimentos en la ciudad vecina y con laotra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así escomo vamos sobreviviendo." El sabio agradeció la información, contempló ellugar por un momento. Luego se despidió y se fue.En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó:"busque la vaquita, llévela al precipicio de allí enfrente y empújela albarranco."El joven espantado vio al maestro y le cuestionó sobre el hecho de que lavaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Mas como percibióel silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden. Así que empujo lavaquita por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedo grabada en lamemoria de aquel joven durante algunos años. Un bello día el joven agobiadopor la culpa resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar aaquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Así lohizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, conárboles floridos, todo habitado, con un carro en el garaje de tremenda casay algunos niños jugando en el jardín.El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humildefamilia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el paso yllegando allí, fue recibido por un señor muy simpático. El joven preguntópor la familia que vivía allí hacía unos cuatro años. El señor respondióque seguían viviendo allí. Espantado el joven entró corriendo a la casa yconfirmo que era la misma familia que visitó hacía algunos años con elmaestro. Elogió el lugar y le preguntó al señor (el dueño de la vaquita):"¿Como hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?"El señor entusiasmado le respondió: "nosotros teníamos una vaquita que cayópor el precipicio y murió; de ahí en adelante nos vimos en la necesidad dehacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos queteníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora."Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona alguna cosa básicapara nuestra sobrevivencia la cual es una convivencia con la rutina.

sábado, 16 de enero de 2010

¿Como va a ser tu dia hoy?


Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que tengo que hacer antes de que el reloj marque la medianoche.Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante. Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener.Hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso, o puedo dar gracias a Dios porque las plantas están siendo regadas gratis.Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero, o puedo estar contento de que mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia.Hoy puedo quejarme de mi salud, o puedo regocijarme de que estoy vivo.Hoy puedo lamentarme de todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo, o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas, o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.Hoy puedo auto compadecerme por no tener muchos amigos, o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar, o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela, o puedo abrir mi mente enérgicamente y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar, o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi mente, cuerpo y alma.Hoy el día se presenta ante mí, esperando a que yo le dé forma y aquí estoy, el escultor que tiene que darle forma. Lo que suceda hoy depende de mí, yo debo escoger qué tipo de día voy a tener.Ten un gran día... A menos que tengas otros planes.

Lo que damos a los que nos rodean regresa a nosotros


Su nombre era Fleming y él era un pobre agricultor inglés. Un día, mientras trataba de ganarse la vida para su familia, escuchó a alguien pidiendo ayuda desde un pantano cercano. Inmediatamente soltó sus herramientas y corrió hacia el pantano. Allí, enterrado hasta la cintura en el lodo negro, estaba un niño aterrorizado, gritando y luchando tratando de liberarse del lodo. El agricultor Fleming salvó al niño de lo que pudo ser una muerte lenta y terrible. El siguiente día, un carruaje muy pomposo llegó hasta los predios del agricultor inglés. Un noble inglés, elegantemente vestido, se bajó del vehículo y se presentó a sí mismo como el padre del niño que Fleming había salvado. Yo quiero recompensarlo, dijo el noble inglés. Usted salvó la vida de mi hijo. No, yo no puedo aceptar una recompensa por lo que hice, respondió el agricultor inglés, rechazando la oferta. En ese momento el propio hijo del agricultor salió a la puerta de la casa de la familia. -¿Es ese su hijo? preguntó el noble inglés. -Sí -, respondió el agricultor lleno de orgullo. -Le voy a proponer un trato. - Déjeme llevarme a su hijo y ofrecerle una buena educación. Si él es parecido a su padre crecerá hasta convertirse en un hombre del cuál usted estará muy orgulloso. El agricultor aceptó. Con el paso del tiempo, el hijo de Fleming el agricultor se graduó de la Escuela de Medicina de St. Mary' s Hospital en Londres, y se convirtió en un personaje conocido a través del mundo, el notorio Sir Alexander Fleming, el descubridor de la Penicilina. Algunos años después, el hijo del noble inglés, cayó enfermo de pulmonía. ¿Que lo salvó? La Penicilina. ¿El nombre del noble inglés? Randolph Churchill. ¿El nombre de su hijo? Sir Winston Churchill.
Alguien dijo una vez: Siempre recibimos a cambio lo mismo que ofrecemos. Trabaja como si no necesitaras el dinero. Ama como si nunca te hubieran herido. Baila como si nadie te estuviera mirando.